Llegamos a Portland desde Barcelona en un vuelo de más de 20 horas, con escala en Philadelphia, ese lugar que evoca a la vez la maravillosa canción de Springsteen -Streets of Philadelphia- para la banda sonora de la película con el mismo nombre, y al queso para untar que para tu sorpresa cuando eres un niño, no se escribe con F sino con Ph.
Fe en la palabra como ungüento. Mano que se ofrece en medio de la noche. Venir para que existas.
A. tiene en una mano algo que le interesa. Ve un segundo objeto atractivo y lo alcanza con la otra mano. Está bien, podemos manejar dos cosas a la vez. Pero, ¿qué pasa cuando aparece un tercer elemento deseable?
Agradecer el azul del fuego y la cadencia. Temblar a su luz. Amar. Frenar el flujo a tu pesar. Arrancar cuesta abajo para que una batería vuelva a latir. Pum pum pum pum pum pum. Acercarme a tu pecho o imaginarte en mi vientre, oyéndolo.